viernes, 4 de noviembre de 2011

Genero, mujer y trabajo

Genero, mujer y trabajo



Parte l



Genero:

El género es el criterio más utilizado universalmente para clasificar a las personas; en todas las sociedades, la división más primaria es la que se hace entre los roles que corresponden a las mujeres y los que corresponden a los hombres. Tal diferenciación comienza en la actividad procreadora (son las mujeres las que paren y amamantan a las criaturas) y se extiende al resto de las actividades siguiendo una lógica como ésta: las mujeres paren y, por tanto, ellas se especializan en cuidar a las criaturas; por tanto, lo femenino es lo maternal y lo doméstico, contrapuesto a lo masculino, que es lo público.

A partir de estas clasificaciones, los roles de las mujeres y de los hombres son tipificados simbólicamente como expresiones de la feminidad y la masculinidad, y normativizados hasta convertirse en rígidos estereotipos que limitan las potencialidades de las personas, al estimular o reprimir los comportamientos en función de su adecuación al ideal femenino o masculino.

La diferenciación por género de las actividades, responsabilidades y expectativas no ocurre al margen de otras divisiones que estructuran las relaciones entre mujeres y hombres. Una creciente separación entre el ámbito privado (familiar o doméstico) y el ámbito público ha dado lugar a una primera división genérica del trabajo, que asigna a las mujeres las actividades relacionadas con el cuidado de la familia y a los hombres la actuación en las esferas públicas. De aquí se deriva una especialización de las mujeres en los roles reproductores (como madres y responsables del bienestar familiar) y de los hombres en los roles productores (trabajadores remunerados, proveedores del sustento económico al hogar).

El enfoque de género considera las diferentes oportunidades que tienen los hombres y las mujeres, las interrelaciones existentes entre ellos y los distintos papeles que socialmente se les asignan. Todas estas cuestiones influyen en el logro de las metas, las políticas y los planes de los organismos nacionales e internacionales y por lo tanto, repercuten en el proceso de desarrollo de la sociedad. Género se relaciona con todos los aspectos de la vida económica y social, cotidiana y privada de los individuos y determina características y funciones dependiendo del sexo o de la percepción que la sociedad tiene de él.

El sexo se refiere a las características biológicas que entre otras, son comunes a todas las sociedades y culturas. Género, en cambio, se relaciona con los rasgos que han ido moldeándose a lo largo de la historia de las relaciones sociales. Las divergencias biológicas son el origen de las que se producen en materia de género, pero los modos en que se determina el papel que desempeñan mujeres y hombres van más allá de las particularidades físicas y biológicas que distinguen a cada sexo. Las diferencias en materia de género se construyen socialmente y se inculcan sobre la base de la percepción que tienen las distintas sociedades acerca de la diversidad física, los presupuestos de gustos, preferencias y capacidades entre mujeres y hombres. Es decir, mientras las disimilitudes en materia de sexo son inmutables, las de género varían según las culturas y cambian a través del tiempo para responder a las transformaciones de la sociedad.







Trabajo:

El empleo, es hoy día un bien escaso, por los menos los altos índices de desempleo eso dicen. Ya mencionamos que su redistribución es particularmente desigual, pero el tema que provoca nuestro interés es intentar analizar cuáles son los parámetros por los cuales algunos tienen mayor posibilidad de acceder al mercado, en particular en condiciones de desarrollo de su profesionalidad y quienes o no tienen acceso a él o su acceso está condicionado a trabajos mal pagos, poco valorizados socialmente o bien que se desarrollan de manera precaria.

Retomando el tema del conflicto en el campo del trabajo, algunos autores prefieren analizar este conflicto como el que existe entre el denominado "grupo pleno" de trabajadores -compuesto por los varones, adultos jóvenes, nacionales y sanos- y el denominado "grupo vulnerado" -compuesto por las mujeres, los jóvenes, los adultos maduros, los inmigrantes, las personas con discapacidad.



Mujer:

La teoría feminista ha analizado de manera exhaustiva los procesos que dan lugar a la división genérica del trabajo, así como sus implicaciones en las relaciones de dominio/subordinación entre hombres y mujeres. A partir de dichas elaboraciones, las promotoras de la estrategia Género en el Desarrollo (ver mujeres) han introducido estos conceptos en el campo del desarrollo, afirmando que la subordinación de las mujeres está indisolublemente asociada a la división genérica del trabajo, que no sólo asigna a mujeres y hombres distintas actividades y funciones, sino que además valora asimétricamente la capacidad y comportamientos de ambos, y genera im portantes desigualdades en el acceso a los recursos y al poder.

Es posible que muchas personas no conozcan la situación laboral de la mujer a través del tiempo. Aunque no lo parezca, esa situación no ha cambiado tanto.

Muchas son las voces que critican una situación laboral supuestamente cómoda de la mujer en la actualidad. Dicho más crudamente, algunas personas alegan que las mujeres no necesitan trabajar, que tradicionalmente se han quedado en casa cuidando de sus hijos. Es cierto que el gran avance de la tecnología doméstica alivia no poco la carga de la organización y limpieza del hogar y ahorra mucho tiempo.

























No hay comentarios:

Publicar un comentario